La oración agradece a Dios por despertar con sus seres queridos a salvo y su casa en pie, en contraste con la situación en Japón tras el terremoto y tsunami. Pide fuerza, paz y provisión de ayuda para las madres y personas sufriendo en Japón, así como que Dios abra las calles para que la ayuda llegue y provea doctores, enfermeras, comida y agua para los necesitados.