1. Actos humanos
¿Qué son los actos humanos?
¿Cómo se califican moralmente los actos libres del
hombre?
Los actos humanos son los actos
libres del hombre.
Los actos libres del hombre pueden ser actos
moralmente buenos o moralmente malos, pero
nunca indiferentes.
2. ¿De qué están hechos nuestros actos?
¿Hasta qué punto son nuestros?
¿Qué virus vician su libertad?
¿Qué hábitos la fortalecen?
3. Doble acto de la voluntad y doble juicio
De lo anterior se deduce que en cada acto humano la
voluntad, guiada por la inteligencia, realiza dos actos
simultáneos: elegir una conducta (¿qué hago?) y tender a
un fin (¿para qué lo hago?).
El qué y el para-qué se unen como si fueran la materia y
la forma o, si se quiere, al cuerpo y el alma. Al fin y al
cabo cada acto libre de una persona es como una
prolongació n de sí misma. En cada cosa que hago estoy
yo con mi cuerpo y mi espíritu.
5. ¿De que depende la bondad o maldad de un acto
humano?
¿Qué se requiere para que un acto sea moralmente
bueno?
La bondad o maldad de un acto humano
depende del objeto elegido, de la intención o fin
que se busca y de las circunstancias de la
acción.
Para que un acto sea moralmente bueno se
requiere a la vez que sea bueno en el objeto, en
el fin y en las circunstancias.
6. ¿Un fin bueno justificaría el uso de unos medios malos?
¿Sólo la inteligencia y la voluntad intervienen en los
actos humanos deliberados?
Nunca, un fin bueno jamás justificaría el uso de
unos medios malos, porque el acto seria malo
siempre; por consiguiente, no está permitido
hacer un mal para obtener un bien.
No, intervienen también las pasiones, que son
impulsos de la sensibilidad, y según dependan o
no de la razón y de la voluntad, hay en las
pasiones bien o mal moral.
7. ¿Quién soy?
¿Quién pretendo ser?
¿Quién me siento llamado a ser?
¿Cuál es mi vocación?
¿Para qué (o para quién) he nacido?
¿Qué debo hacer, aquí y ahora?
8. • El juicio de la conciencia tiene lugar cuando la
persona se abre simultáneamente a la verdad
tanto de la circunstancia que reclama una
respuesta como a sí mismo. Se trata de una
respuesta única y encarnada a los dos
requerimientos: (quién soy y lo que hago)
9. sobre quién soy al tiempo que elijo acertadamente sobre lo que
hago, y viceversa: actúo porque me conozco y me conozco
porque actúo.
Como excursionista con su mapa, voy confrontando a cada
paso el plano de mi vocació n con el terreno que piso. Al hacerlo
no só lo me adapto a la realidad de las cosas, sino que me
modelo como persona, me hago a mí mismo, me soy fiel.
10. Por eso decimos que los actos humanos son
autorreferenciales:
“siempre que decides lo que quieres hacer decides quién quieres
ser”; “decidir es decidirse”; “somos hijos de nuestras propias obras”
11. Todo acto humano tiene un elemento psíquico que también
es motivo de una valoración moral, este es el “Fin” o
“intención”
La palabra fin tiene una doble división cuando significa
objetivo.
12. a. Cuando significa objetivo:
“todas las artes, todas la indagaciones metódicas del
espíritu, lo mismo que todos nuestros actos y todas
nuestras determinaciones, tienen al parecer siempre por
mira algún bien que deseamos conseguir”
Aristóteles, ética a nicócamo
fin próximo, el fin último, el fin intermedio dos,
se subordina al fin último y él mismo mantiene
subordinado al fin próximo.
13. Un fin indica que la voluntad humana busca
siempre lo que la razón le propone como
bueno, aunque a veces se equivoque y
persiga como bueno algo que no es
realmente.
14. b. Cuando hablamos del fin como intención
o finalidad,
podemos referirnos al fin intrínseco del acto o
al fin del sujeto que ejecuta el acto.
15. Con frecuencia se invocan las “buenas intenciones” para
justificar un acció n objetivamente mala. Hay que notar que
estas “intenciones” no só lo no vuelven bueno un acto
intrínsecamente malo, sino que no son la verdadera
intenció n que informa el acto.
¿Por qué? Porque, no es fácil discernir cuál es esta intenció n,
y en cualquier caso ésta no puede considerarse al margen
de la intenció n vocacional y de las virtudes. Cuando no se
hace así, muchas veces estas “intenciones” no son más que
justificaciones.
16. La intenció n verdadera nunca estácompletamente patente a
la propia consciencia (y menos aún para quien juzga desde
fuera); es, por decir intuitiva.
Su percepció n depende del temple moral del individuo y de
su formació n. Estáinserta, en el horizonte de la vocació n. Es
una respuesta provisional y parcial a la pregunta: ¿quién
pretendo ser?; ¿qué sentido tiene mi vida?, etc.
17. En cambio la “justificació n” es una creació n del individuo, fruto
de su razonamiento.
No procede de una verdadera introspecció n psicoló gica y
espiritual, sino de prejuicios ideoló gicos y socioló gicos, o
también de un individualismo pragmático.
18. Las circunstancias son aquellas condiciones accidentales
que modifican la moralidad substancial que sin ellas tenía ya
el acto humano; se trata de elementos a los que tiende la
acció n por sí pero no en primer lugar.
Las circunstancias tradicionalmente se enumeran como 7:
quién, qué, dó nde, con qué medios, por qué (es el fin),
có mo, cuándo.
19. Fin último es aquel fin que:
-- Se requiere de modo absoluto
-- En razón del cual se quieren todos los
demás
20. La altura o bajeza del fin último que
cada hombre se plantee, condicionará
la altura moral de su existencia.
21. El destino final de la persona humana, y su
mayor obligación moral, es llegar al
máximo conocimiento y al máximo amor a
Dios que le sea posible.
22. a. Por qué es contradictorio un acto libre sin finalidad?
b. Explicar qué le ocurre a un individuo cuando pretende
plantearse dos fines últimos en su vida?
c. Explicar por qué no puede darse la felicidad perfecta en
esta vida
d. Identificar personajes históricos o literarios cuyo fin ultimo
haya sido:
1 el dinero 2 la ciencia 3 el poder
4 él mismo 5 el placer 6 Dios