Santa Cecilia era una noble romana del siglo III d.C. que se convirtió al cristianismo y rechazó casarse con un pagano, a pesar de las amenazas de muerte. Fue decapitada tres días después de su matrimonio, pero la leyenda dice que vivió durante tres días más, cantando himnos a Dios hasta su muerte. Se convirtió en una de las santas patronas de la música.