Guía alimentación infantil desde lactancia hasta preescolar
1. Alimentación La alimentación infantil es importante desde el propio momento de la concepción, y lo sigue siendo —aún más— al nacer el bebé. Aquí una guía para enseñar a comer de manera saludable a los más pequeños de la casa
2. Leche materna Hasta por lo menos el primer año de vida es necesario el amamantar a los bebés, debido a que se completa la formación de sus funciones intestinales por esta vía (por ejemplo, las enzimas que se encuentran en el estómago e intestino), y se establece un nexo entre el niño y la madre. La leche materna es la comida ideal para que los más chiquiticos crezcan y se nutran debidamente. Cristina Cajone, médico pediatra, afirma que es el mejor alimento, pues en resumidas cuentas es “de la misma especie”, un alimento humano, que proporciona al niño las cantidades necesarias de oligoelementos, ácidos grasos, proteínas y azúcares. La primera y mejor recomendación es amamantar al pequeño durante los primeros seis meses de vida sin sustituto alguno. Cajone recomienda lactancia “a libre demanda”, eso quiere decir cada vez que el bebé lo pida.
3. De 4 a 5 meses (frutas y verduras) A partir de los seis meses es necesario el cambio de alimentación pues las necesidades nutricionales del bebé cambian. Lo primero es no desesperarse sobre las posibles intolerancias alimentarias; es decir, si algún alimento produce diarrea, aumento de temperatura o estreñimiento. El organismo del pequeño debe irse acostumbrando progresivamente. Cajone explica que el truco está en ofrecer uno a uno cada alimento, de manera que si hay intolerancia o algún tipo de reacción alérgica se pueda determinar cuál es la fuente causante. Comienza entonces la denominada ablactación, que no es más que ofrecerle a su hijo otro tipo de alimentos distintos a la leche.
4. La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades La leche materna es el alimento ideal por excelencia para un recién nacido El cambio de alimentación requiere ayuda y paciencia Los cereales contribuyen al aporte energético, son fuente de proteínas, minerales, vitaminas, ácidos grasos esenciales e hidratos de carbono de absorción lenta, por lo que permiten un mayor tiempo entre toma y toma Darle al bebé un alimento nuevo por mes
5. De 5 a 6 meses (proteínas) Cuando su hijo cumpla cinco meses y medio se puede añadir a la sopa de vegetales una pechuga de pollo, empieza entonces así el inicio de las proteínas. Sobre los seis meses y medio, el bebé no sólo está en capacidad de comer sopas de pollo, puede empezar a ofrecerle la carne. En esta etapa, se puede intercalar sopita de res, de vegetales y de pollo en el almuerzo. El bebé ya ha ido creciendo y cuando llega esta etapa comienzan a salirle los dientes, por lo tanto el pequeño de la casa puede, aparte de tomar líquidos, empezar a ingerir alimentos semisólidos, tales como purés, carnita molida, compotas e incluso puede comenzar a masticar galletas bajo la supervisión de sus padres.
6. De 8 meses al año(lo que hay en la casa) su bebé ha crecido, su estómago está mucho más maduro y como necesita seguir fortaleciéndose para crecer sano y fuerte, su organismo va demandando otra clase de alimentos, aparte de la leche, los vegetales, las frutas y las proteínas que debe estar ya consumiendo. Los niños no poseen antecedentes de intolerancia a los granos en la familia, los ocho meses son una edad recomendable para que el bebé comience a introducirse en la ingestión de leguminosas. Al año ya el bebé debe estar comiendo prácticamente lo que hay en su casa distribuido en cinco comidas al día: desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena; evitando, eso sí, los enlatados, embutidos y alimentos con mucho colorante
7. En edad preescolar Se llama niño preescolar a aquellos que se encuentran entre los dos y los seis años, ya a esta edad los padres deben comenzar a negociar con los hijos los alimentos que consumen y tener claro que los niños deben comer balanceadamente. Suele ocurrir en esta etapa que los infantes empiezan a rechazar alimentos y en estos casos hay que tener paciencia.Un niño que ya vaya al preescolar o a la guardería es un niño activo, demanda mayor cantidad de nutrientes, no significa esto que sus raciones deban ser grandes; nunca pueden igualar a las de un adulto.
8. Periodo lácteo: La leche es su único alimento, sea leche humana o artificial. Durante este período, el lactante es capaz de succionar y deglutir, pero aún no ha desarrollado la capacidad de digerir ciertas proteínas Periodo de transición o destete: En este período se van introduciendo con prudencia alimentos no lácteos, preparados de forma adecuada en consistencia y cantidad, para no alterar el ritmo de maduración digestiva y renal, así como el progresivo desarrollo neuromuscular. En esta etapa se pasa de la succión al uso de la cuchara; se cambia la textura de los alimentos: de líquido a triturado, y cuando ya tenga dientes a troceado Periodo de maduración digestivas: La alimentación se debe adaptar a la capacidad digestiva y al estado de desarrollo fisiológico y neuromotor, haciendo paulatina la introducción de alimentos. La capacidad gástrica del recién nacido es de 10 a 20 mililitros y aumenta durante el transcurso de su primer año hasta los 200 mililitros, lo que va a permitir que el niño haga comidas más abundantes y menos frecuentes