Creyentes o no creyentes, de una u otra forma la Navidad -en la fecha que oficialmente se le ha asignado- crea un “halo” de energía muy particular durante todo el periodo que (una vez que hemos hecho a un lado la máscara del mercantilismo y consumismo que tan hábilmente oculta la esencia) no resulta fácil de describir, pero hay “algo” que se siente. Una esencia que simplemente parecería un susurro del viento -en absoluto silencio- cuando nos damos el permiso de escucharlo.
Producción original: Carlos Rangel
2. Susurra el viento
Susurra,
susurra el viento a lo lejos.
El sol duerme.
La luna despierta.
Los astros reflejan su luz
en la bóveda celestial.
3. Es noche de estrellas.
El firmamento se pinta
de azul intenso color cielo.
Los árboles rugen quedito,
sus ramas y sus hojas perennes
apenas se mueven.
4. Una brillante estrella
se desplaza con calma
y se posa sobre un corral
de burros y de bueyes
unos humildes pastores la miran
unos padres cruzan sus ojos
silenciosamente
mientras Jesús Niño
nace en silencio.
5. Jesús Niño nace
en el silencio.
Nombrarlo
es nombrar al silencio
porque Él
es sinónimo de silencio.
Mi brindis esta noche,
es por el silencio.
6. En el silencio
se gesta la admiración,
el respeto,
el amor;
la justicia,
la libertad,
la fraternidad,
la paz.
7. En el silencio
se perdonan las ofensas,
se reconocen las culpas,
se alegra el corazón
-o se entristece-,
se elaboran las pérdidas,
se ama,
se vive
y se muere.
8. Hoy brindo
por el silencio,
pues mi vida no es vida
sin mis silencios,
sin los silencios de los otros
que han caminando conmigo
en otros tiempos,
sin los silencios de esos otros
que hoy caminan conmigo.
Porque Jesús Niño
es silencio…
9. Y ante su silencio,
tú, yo, todos,
somos tan sólo
pequeñas gotas de rocío,
que resbalamos entre los muros
buscando sus ojos,
buscando que nos mire
y nos regale
un trozo de su rostro
hecho de silencio,
de amor y de paz.
10. Hoy brindo,
en total silencio,
deseando que
todos y cada uno
recibamos el silencio
de Jesús Niño
esta Nochebuena.
11. Y que cada corazón
construya su propio silencio,
ese silencio que se teje
con paz y con amor.
Percibiendo a lo lejos
el susurro de Jesús Niño
que ha nacido
cobijado por el silencio...
.
..
Guadalupe Meré Alcocer