1. GAS NATURAL EN ARGENTINA, HISTORIA Y PROSPECTIVA
Figura 1: Fuentes de energía primaria en Argentina, año 2014
Fuente: Elab oración propia en b ase al Balance Energético Nacional (provisorio) 2014 ,
Secretaría de Energía.
La matriz energética de Argentina (figura 1), muestra una clara dependencia a los
hidrocarburos con casi un 85% de participación y donde el gas representa el 61%
de los mismos. Con frecuencia se teoriza sobre esta, con fundamentos y bases
falsas, aún entre los expertos y especialistas, que dicen encontrar en la alta
dependencia del gas natural un problema a resolver. Para ello vale la pena hacer
un repaso de la historia del gas natural en nuestro país, para conocer sus reales
fundamentos y que prospectiva surge a la luz del desarrollo de los recursos no
convencionales.
Su participación no fue casual y hay que buscar sus fundamentos en: la vasta
infraestructura en materia de gasoductos que desarrollo el país, siendo una de las
mayores de Sudamérica y en el descubrimiento del mega yacimiento Loma de la
Lata (LLL) en año 1977 con unos 14 TCF, donde a partir de ese momento la
Argentina cambiaría su relación con el gas como nuevo recurso
energético. Llevándolo a su desarrollo en la década del 80, luego a las
exportaciones de gas a la región (Chile fundamentalmente) en la década del 90 y
2. alcanzando su pico de producción en año 2003 cuando LLL, llegó a representar
más del 20% de la producción nacional de gas natural.
Lo anterior llevo a construir uno de los polos petroquímicos más importantes de la
región, a una mayor utilización del gas en las industrias, al desarrollo del Gas
Natural Comprimido (GNC) del cual el país supo liderar y a la instalación de
centrales termoeléctricas alimentadas a gas natural.
Con la declinación del yacimiento Loma de la Lata, el país deja de exportar y a
partir de 2007 Argentina pasa de ser un exportador neto para convertirse en un
importador neto de gas. Con ello se refuerzan las importaciones desde Bolivia y la
construcción de las terminales de regasificación de Gas Natural Licuado (GNL), de
Mega (año 2008) y Escobar (año 2010).
Es a fines de año 2010, cuando se da a conocer el descubrimiento de gas no
convencional en el yacimiento de Loma de la Lata con unos 5 TCF, en su primera
estimación. Posteriormente fue reevaluado el potencial de toda la cuenca
neuquina, Vaca Muerta fundamentalmente, ubicando un potencial de recursos de
gas no convencional del orden de 407 TCF y más recientemente el potencial para
toda Argentina en el orden de 802 TCF y ubicándola segunda en importancia a
nivel mundial luego de China.
También se han cuantificado los recursos de petróleo no convencional, los cuales
se ubican dentro de los cuartos a nivel mundial, luego de Rusia, Estados Unidos y
China.
Si bien el potencial de recursos de petróleo no convencional es importante, el
mismo presenta en materia de infraestructura importantes desafíos a próximos
años para el país, referidos a la necesidad de una mayor capacidad de refinación,
dado que el actual parque resulta insuficiente, también de una mayor
disponibilidad de oleoductos y poliductos, como así de una mayor infraestructura
para el almacenaje y logística de productos. Lo anterior requiere de importantes
inversiones aguas arriba para poder explotar los recursos no convencionales de
petróleo, en un contexto de precios internacionales del petróleo significativamente
menores que en años anteriores, con valores promedios disminuidos casi en un
50%, lo cual torna complejo el recupero para dichas inversiones.
3. Contrario a lo anterior es fundamentalmente en materia de desarrollo de gas,
donde el país cuenta con capacidad ociosa disponible en su infraestructura, con la
posibilidad de incrementar rápidamente el consumo interno de gas natural,
devolviendo el gas a las industrias y a las estaciones de GNC, que sufren de
cortes durante el invierno y permitiendo a las termoeléctricas utilizar su preferencia
por el combustible gaseoso, las cuales se han visto obligadas a consumir
combustibles líquidos con sus consecuentes incrementos de costos en
mantenimiento y mayores precios del Gas Oíl y Fuel Oíl.
Se suma ahora un escenario de precios local e internacional, que favorece el
desarrollo del Gas, siendo por lo anterior prioritario definir estratégicamente, que el
desarrollo de no convencionales en Argentina se centre nuevamente en el Gas
Natural.
De igual modo debe avanzarse con el desarrollo ya probado del gas convencional
off shore en la cuenca Austral y en la vinculación de dichas explotaciones con los
gasoductos troncales en tierra, la cual debiera pensarse sobre la base de
licuefaccionar dicho gas y trasladarlo en forma de GNL a las terminales de
regasificación ya existentes y a construir. De este modo no se sobredimensiona el
desarrollo de nuevos gasoductos troncales desde la zona austral y no se subutiliza
la infraestructura ya existente en regasificación. Posteriormente con el avance del
desarrollo del gas no convencional de la cuenca neuquina y luego que se satisfaga
el autoabastecimiento local, dichas facilidades de licuefacción pueden ser
trasladadas y utilizadas como nueva terminal de exportación con la posibilidad de
brindarle al país una salida al Atlántico para dicho gas o mejor aún como
productos petroquímicos, de alto valor agregado.
Así la matriz energética de Argentina vuelve a tomar su dirección justa y se alinea
con la tendencia hacia la que se orienta el mundo, donde ya se observa una fuerte
preferencia hacia el Gas Natural, siendo dentro de los hidrocarburos el menos
contaminante en emisión de particulado y en emisión de gases efecto invernadero
durante la combustión. Priorizándolo de este modo, por sus características de
combustible más limpio.