CV Carolina Leverón periodista y comunicadora especializada en creación de co...
Gesto diocesano 2010
1.
2. PROGRAMA PARA EL GESTO
SOLIDARIO CONTRA LA CRISIS
SALÓN DE ACTOS DE LA CASA
DE LA IGLESIA
19.00.- Presentación del acto
19.15.- Testimonios de experiencias
positivas en medio de la crisis
20.00.- Lectura del Manifiesto y del
Decálogo ante la crisis.
ENTIDADES CONVOCANTES DEL GESTO:
20.15.- Palabras del Señor Arzobispo
de la Diócesis. Delegación Diocesana de Pastoral Juvenil
Delegación Diocesana de Pastoral Obrera
PLAZA DE LA SEO: Delegación Diocesana de Pastoral Penitencia-
ria
Delegación Diocesana de Apostolado Seglar
21.00 a 23.00.- Fiesta en la calle con
Delegación Diocesana de Migraciones
actuaciones musicales y lectura
del Manifiesto y el decálogo ante Cáritas Diocesana
la crisis. Manos Unidas
Consejo Diocesano de Acción Católica
Colabora:
3. INVITAMOS A TODA LA COMUNIDAD CRISTIANA A TESTIMONIOS QUE CONTRIBUYEN A
UN ACTO EN EL QUE NOS PROPONEMOS COMPAR- ESE OTRO MUNDO POSIBLE:
TIR NUESTRAS EXPERIENCIAS EN TORNO A UNA
COMERCIO JUSTO
CRISIS QUE:
ESTAMOS APRENDIENDO A: Iniciativas con esperanza de cambiar algunas co‐
ESTÁ GOLPEANDO CON DUREZA A SECTORES IM‐ sas de este mundo, favoreciendo el comercio jus‐
PORTANTES DE LA POBLACIÓN VER LA CRISIS DE UNA MANERA NUEVA: Desde el to, no sólo en el tercer mundo, también en la pro‐
Encuentro del Evangelio con la vida de los pobres, ducción local. a través de productos de agricultu‐
ES CONSECUENCIA DE LA EXISTENCIA DE UN PE‐ que nos muestras que tras de los mecanismos finan‐ ra ecológica, comercio justo, etc. que apuestan
CADO ESTRCUTURAL, DE UN SISTEMA INCA‐ por otro tipo de relaciones comerciales más
cieros, económicos, comerciales, … hay una crisis de
PAZ DE GARANTIZAR LA DIGNIDAD DE TO‐ humanas y justas.
sufrimiento humano, cuya raíz más profunda es la
DAS Y CADA UNA DE LAS PERSONAS, DE LA
idolatría, especialmente del dinero.
NATURALEZA, … UN ESTILO DE VIDA AUSTERA PARA ACOGER A LOS
VALORAR LAS MEDIDAS ADOPTADAS: destinadas OTROS.
a mantener el orden injusto que ha provocado la cri‐
NOS ESTÁ DESCUBRIENDO TESTIMONIOS Y PE‐ hombres y mujeres que quieren vivir el Evangelio
sis; hacen recaer su peso sobre los trabajadores y
QUEÑOS SIGNOS DE ESPERANZA, DE QUE ES de Jesús a través de una presencia fraterna y soli‐
sectores más desfavorecidos. Se trata de medidas daria entre los jóvenes y los pobres. Viven comu‐
POSIBLE OTRO MUNDO BASADO EN EL
paliativas, que no abordan las causas profundas de la nidades en las que, desde diversos compromisos,
AMOR Y NO EN EL EGOISMO.
enfermedad social. ministerios, estados de vida y profesiones, partici‐
pan de un mismo proyecto de comunión y servi‐
QUE COMO CRISTIANOS LA VIVIMOS COMO UNA RECONOCER Y ACOGER A LAS VÍCTIMAS DE LA cio, compartiendo casa y vida, bienes y necesida‐
LLAMADA A LA CONVERSIÓN, QUE IMPLICA CRISIS: Más allá de la frialdad de las cifras encontra‐ des, entre nosotros y con otros.
PLANTEARNOS QUÉ SIGNIFICA SER PERSONA mos personas concretas, con necesidades concretas,
Y SER CRISTIANOS EN ESTE MUNDO GLOBA‐ (Señor cuando te vimos hambriento, desnudo, preso,
USO DEL DINERO Y FINANZAS SOLIDARIAS.
LIZADO Y COMPLEJO, Y CÓMO PODEMOS …); también descubrimos que estas personas nos
Plantearnos qué uso hacemos de nuestro dinero,
VIVIRLO. aportan su riqueza en orden a construir un mundo
a qué intereses sirve, y ver si existen otras formas
mejor (“Los pobres nos evangelizan”, “Gracias Padre de usarlo que contribuyan a la construcción de
Y HACERLO SIN RENUNCIAR A LA DENUNCIA DE porque has revelado estas cosas a los pobres, …”) una economía de comunión y solidaridad
LAS INJUSTICIAS Y AL COMPROMISO POR UN NOSOTROS Y NUESTRA COMUNIDAD. La crisis se
MUNDO MEJOR. convierte en llamada a la conversión personal y co‐
munitaria, al Dios cristiano, muerto y resucitado, que
se nos sigue haciendo presente en los pobres de
nuestro tiempo, llamándonos a ser discípulos y a
continuar su tarea de construcción del Reino
5. APRENDER DE LA CRISIS:
URGENCIA DE UNA PERSONA Y UNA TIERRA NUEVA
Casi 3 años de crisis son tiempo suficiente para un balance de lo que está suponiendo y de cómo la estamos
afrontando en orden al “advenimiento del Reino de Dios y la salvación de toda la humanidad” (GS, 45).
En ese sentido hemos aprendido algunas cuestiones respecto a:
La comprensión de la crisis y del mundo que entra
en crisis:
- Que no se trata fundamentalmente de una crisis finan- - Un sistema basado en la explotación:
ciera y económica sino, ante todo, de una crisis de su- * De la mayoría de la humanidad,
frimiento del ser humano, especialmente de los más especialmente del Tercer Mundo,
pobres. Un sufrimiento que no es fruto del azar, de leyes expoliado de sus principales recur-
naturales,… sino de decisiones y responsabilidades hu- sos, lo que dificulta afrontar la cri-
manas. sis, y provoca un fenómeno masivo
de inmigración. En el inmigrante, y
- Que el problema de fondo de la actual crisis es de tipo en su tenaz lucha por la superviven-
espiritual: divinización del dinero, al que todo está so- cia, descubrimos hoy uno de los
metido. principales gritos de defensa de la
vida.
- Que este ídolo ha creado un modelo de persona a su
imagen y semejanza: productor-consumidor, materia- * De la naturaleza, reducida a base
lista, individualista-hedonista, de deseos ilimitados,... del enriquecimiento, poniendo en
Un tipo de persona alienada en su ser, porque confunde peligro su dimensión básica de sus-
el ser con el tener, un ser que vive en el engaño y en la tento a la vida, al provocar una crisis
mentira. ecológica que está siendo catastró-
fica para los más débiles; y que está
- Que, en coherencia con ese modelo de persona, ha cre- hipotecando el futuro de las próxi-
ado un sistema basado en la primacía de la producción mas generaciones en el planeta.
sobre la persona del dinero sobre el trabajo y del bene-
ficio monetario sobre cualquier consideración.
Las medidas que se están adoptando y sus conse-
cuencias:
Desde el inicio de la crisis, se nos pide que confiemos sociedad, que más allá de sobornos y
en los que tienen el poder, que van a enderezar la eco- corruptelas, tiene que ver con el someti-
nomía, pues esa es la única solución y no hay otra al- miento de la acción política, el bien
ternativa. Otro sistema menos injusto no es posible. común, a los intereses económicos de
La experiencia nos demuestra, sin embargo, que la determinados grupos.
mayoría de las medidas adoptadas obedecen a intere-
ses de los grandes grupos financie- Así, vivimos en una sociedad
ros y empresariales, y hacen recaer donde la economía ha abando-
el peso de la crisis sobre los traba- nado su función de satisfacer
jadores; también sobre los autóno- las necesidades básicas de
mos y los pequeños empresarios. todas las personas, y se ha
Medidas amparadas en un marco convertido en una forma de
de legalidad, pero que recuerdan enriquecerse sin límites, des-
aquello que denunciaba San Pablo: naturalizando todas las rela-
la verdad ha sido hecha prisionera ciones y convirtiéndose en
de la injusticia (Rom 1,18). fuente permanente de conflic-
Esta mirada crítica nos permite tos, especialmente entre capi-
descubrir, además, las raíces pro- tal y trabajo, alcanzándose
fundas de la corrupción en nuestra una situación, a nivel mun-
6. dial, en la que el capital tiene todos los sectores de población, los poderes públicos siguen sin
derechos y el trabajo y los pobres nin- atajar drásticamente el despilfarro, sin controlar los
guno. sueldos desorbitados del mundo económico, político y
social, sus viajes, protocolos, etc. y haciendo recaer los
Las medidas que se están adoptando, costes sobre los sectores sociales más desfavorecidos.
en este contexto, manifiestan que la Especialmente grave resulta la falta de una “ética pú-
nuestra es una democracia enferma, blica” y de un “liderazgo moral”; ausencia que está
ya que frente a un empleo lúcido y afectando negativamente en la falta de confianza y de
sensato de los recursos de que se dis- esperanza en los líderes, pero también en el sentido de
ponen, reclamado por la situación de solidaridad, tan necesario para fortalecer la conviven-
paro y empobrecimiento de amplios cia humana.
Las víctimas y sus aportaciones a la construcción
de un futuro mejor:
En cuanto crisis de “sufrimiento hu-
mano”, provoca innumerables vícti-
mas inocentes. Como primera y más
grave consecuencia de la crisis en-
contramos el incremento de hambre,
especialmente en los países más po-
bres. La crisis mundial y el cambio
climático han aumentado en 100 mi-
llones de personas el número de ham-
brientos en el mundo, superando ya
los mil millones. Una hambruna que
se ceba especialmente en una trein-
tena de países. Esta crisis está redu-
ciendo de forma significativa el poder Constatamos, por tanto, una vez más, que los pobres
adquisitivo mermado las posibilidades aparecen en muchos casos como resultado de la viola-
de empleo de los pobres, que gastan el ción de la dignidad del trabajo, bien porque se limitan
70% de sus ingresos en comida, con las posibilidades del trabajo mediante el desempleo,
unos precios muy por encima de los re- pero también con el pluriempleo (acaparación del tra-
gistrados hace unos años. bajo) o las horas extras, siempre y cuando no sean con-
secuencia de la falta de un salario digno, ..
En los países desarrollados paro, preca-
riedad y pobreza son las consecuencias Vemos también que, junto a todas esas víctimas, una
más visibles de la crisis, especialmente buena parte de la sociedad (clases altas y medias, y
en el nuestro, y quienes más la están su- buena parte de los 12 millones de trabajadores con con-
friendo son los trabajadores, especial- trato fijo) vive la crisis como amenaza, como miedo a
mente los parados y los que tienen perder parte de su bienestar y seguridad.
contrato temporal. Más de 8 millones de
trabajadores y trabajadoras que alternan En este contexto descubrimos signos positivos, como
contratos temporales con periodos de paro. un incremento de la solidaridad que se concreta en di-
Víctimas que encontramos más fácilmente versas formas de compromiso y voluntariado, desde la
entre inmigrantes, jóvenes, mujeres… entrega gratuita y generosa, en el aumento de las ayudas
También autónomos y trabajadores indepen- económicas a algunas organizaciones comprometidas
dientes pagan en sus carnes la crisis, con una en la lucha contra la pobreza; en el mantenimiento de
pérdida de 800.000 ocupados. Tampoco po- políticas de protección social; en una mayor sensibili-
demos olvidar a familias y parejas, especial- dad hacia los problemas del Tercer Mundo (objetivos
mente jóvenes, a las que la precariedad no les del milenio, pobreza cero, ..); en el compromiso de los
permite hacer frente a sus necesidades de super- jóvenes en plataformas de solidaridad. También obser-
vivencia, y acaban convirtiéndose en nuevos po- vamos con esperanza el desarrollo de formas de autoa-
bres. Por otra parte, medidas como el desahucio yuda entre las propias víctimas y que les lleva a
exprés, generan más pobreza y exclusión, al hacer compartir sus escasos recursos (habitación, vivienda, di-
que muchas familias pierdan su vivienda. nero, alimentos,…)
7. Pero también constatamos, especialmente en ese sector penas de cárcel, en tanto que delitos
instalado en el miedo, la aparición de comportamientos fiscales se consideran “faltas admi-
peligrosos: el egoísmo grupal e insolidario –y peligrosa- nistrativas”; formas de racismo más
mente alentado desde intereses electorales- (así, oímos o menos encubiertas, que no son sino
que España no debería ayudar a otros países, que antes estigmatización de la pobreza; indivi-
son nuestros problemas; que las ayudas sociales no de- dualismo, p.e. oponiéndose a pagar
berían ser para los inmigrantes, …); la criminalización impuestos para favorecer el consu-
de comportamientos y problemas sociales vinculados mismo individual,...
con la pobreza, como el “top manta”, con elevadas
Nosotros y nuestras esperanzas.
social, ha de ser el sujeto y fin de todo
Desde esa mirada de fe aprendemos, además, que la orden social y político, nunca objeto y
crisis es ocasión de conversión, de reflexionar sobre medio de nada, ni de nadie (GS. 25).
nuestro estilo de vida y nuestro compromiso en el - La dignidad de la persona como el
mundo, y para repensar el talante comunitario necesa- fundamento de una igualdad funda-
rio para anunciar el Reino de Dios hoy y aquí (¿cómo mental entre todos los pueblos y entre
tenemos que ser personal y comunitariamente para todos los seres humanos, a partir de los
llevar adelante ese programa?). más desfavorecidos.
- La solidaridad univer-
En ese sentido tenemos sal, desde los más desfa-
que reconocer que: vorecidos. Solidaridad,
• esta situación de crisis que es la traducción de la
la hemos creado todos y filiación divina y de la
cada uno, aunque con di- fraternidad.
ferentes responsabilida- - El derecho a un trabajo
des a la de los poderes digno, como fuente de re-
financieros, económicos y alización y de dignidad
políticos, de la persona; en ese sen-
• los graves problemas tido es necesario evitar
que ha engendrado la cri- que el trabajo y la per-
sis no los va a solucionar sona misma se reduzcan
sólo la economía, a simple mercancía, para
• que la superación de la ello es necesario un sala-
crisis tener elevados cos- rio suficiente para la vida
tes y, por tanto, tenemos de la familia, seguros so-
que plantearnos, desde ciales para la vejez, enfer-
una conciencia social y medad y desempleo,
moral ¿quién paga los condiciones de trabajo
costes? adecuadas, … (CA 34,
• es necesario el esfuerzo LE, 8))
y la participación de - Participación corres-
todos, aportando lo mejor ponsable, esto es, el pue-
de cada uno; nosotros, como cristianos, estamos lla- blo entero ha de ser el protagonista de
mados a aportar los valores del Evangelio, sintetiza- su historia. Dicha participación evita el
dos en el Padrenuestro y las Bienaventuranzas. Y tener que esperar la respuesta en orden
hacerlo sin dejar de actuar por miedo a “mancharnos a solucionar los problemas sólo de la
las manos” y que es necesario, en expresión paulina: decisión de un solo factor: el partido,
“hacerse pecado sin tener pecado”. el gobierno; de una sola acción princi-
• que esa aportación implica la búsqueda de nuevos pal: la conquista del poder; de un nú-
modelos de persona y de sociedad, desde los valores cleo social principal: la económico, lo
recogidos en la Doctrina Social de la Iglesia, nacidos tecnológico etc.
del encuentro del Evangelio con las vida de los po-
bres, en concreto:
- La persona humana, como valor supremo de la vida
8. DECÁLOGO
Proponemos una reflexión orientada a buscar y vivir, como cristianos y como comuni-
dad, una salida a la crisis a través de un desarrollo integral humano, universal, solidario
y ecológico, capaz de satisfacer las necesidades básicas de toda la humanidad.
Este material responde a las preocupaciones expresadas por la Iglesia Universal, espe-
cialmente en la última encíclica “Caritas in veritatis”, por la Iglesia española en su
“Declaración ante la crisis económica y moral”, y por la iglesia diocesana que, en la
línea 2ª del Plan Pastoral (“Desde la experiencia de Dios y desde la opción por los po-
bres promover (en parroquias, comunidades, …) la acción caritativa y social”) propone
como objetivo hacer una lectura de la crisis y dar respuesta como cristianos.
Para aportar a la construcción de una mujer y un hombre nuevos,
A protagonistas del nuevo orden, en una naturaleza creada por Dios a
su servicio.
El dios-dinero tan presenta en la actual sociedad capitalista, ha creado un modelo de persona a su
imagen y semejanza: un tipo de mujer y de hombre productor-consumidor, materialista, individua-
lista-hedonista, de deseos ilimitados,...; una persona alienada en lo profundo de su ser porque con-
funde el ser con el tener… por eso superar la crisis implica también respondernos a otra pregunta
¿qué significa ser persona, aquí y ahora?, ¿qué humanidad queremos?
1 Defender la dignidad de la persona y de todas las personas, como valor
supremo de la vida social.
Dignidad que para se deriva de la fe en Dios Padre y Madre universal, desde la que todo
hombre y mujer es imagen de Dios en la tierra, lo que se convierte en fuente de derechos
y deberes humanos: la persona humana, centro y cima de todos los valores y valor su-
premo de la vida social, ha de ser el sujeto y fin de todo orden económico, social y político,
y nunca puede ser reducido a medio (GS. 25); las instituciones son para servir a la persona,
para procurar la convivencia en justicia y fraternidad, …
Esta dignidad es fundamento de la solidaridad universal y de la igualdad fundamental entre
todos los pueblos y entre todos los seres humanos; y expresión de la fraternidad cristiana
que requiere la opción preferencial por el pobre. Además, implica la defensa de la vida en
todas las situaciones. “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn.
10, 10).
Ayudar a tomar conciencia del problema en todas sus dimensiones, con
charlas, hojas parroquiales, manifiestos, etc.; educar a nuestros hijos, ami-
gos y compañeros para que compartan, vivan solidariamente y acepten a
todos, etc.
Una nueva forma de relacionarnos con los demás, especialmente con los po-
2 bres, desde su dignidad inalienable.
Los pobres son el lugar teológico del encuentro con el Dios cristiano.
La pobreza, creada por el pecado (explotación, dominación y opresión) niegan al Dios de la Vida.
La nueva sociedad no puede reducir al pobre a objeto de asistencia benéfica, pues aunque oprimido
es digno de ser respetado en sus derechos como persona. Los pobres no solo tienen hambre de pan
y de vestido... también de dignidad y salud integral, de sentido, de misterio y de protagonismo en
su propia liberación.
9. Acompañar a las víctimas, para que puedan defender sus derechos y
no empeoren sus condiciones de vida a través de nuestra implicación
en organizaciones como Caritas, Manos Unidas, Delegación Pastoral de Migraciones, etc
Nos proponemos llevar una vida respetuosa con el medio ambiente.
La naturaleza es el medio (espacio físico) necesario para cualquier acción que
pretenda servir y promocionar a la persona. 3
Es la obra de Dios. La persona es “administradora”, no dueña o explotadora de la naturaleza.
Hemos de traducir nuestra fe en Dios Creador en exigencias éticas y en propuestas humanistas,
para afrontar un cambio en las actitudes culturales y en los presupuestos socio-económicos, que
están dando origen a la explotación de la naturaleza.
Opción por una forma de vida digna y austera, que sea universalizable
a todos los pueblos, aprendiendo a valorar las pequeñas cosas, sin olvi-
dar que no valemos por lo que tenemos, sino por lo que somos; en consecuencia, defensa de una
economía no desarrollista, del decrecimiento económico, ..
Valoresmarco y mediaciones para hacer posible la fraternidad uni
B versal, y cuya traducción laica es la solidaridad. (Cambia tu vida para
cambiar el mundo)..
Desde el evangelio no se deduce un proyecto de sociedad para superar la crisis; pero sí que nos propor-
ciona una luz, una perspectiva, que orienta la determinación de aquellos valores-marco que pueden
configurar esa nueva sociedad capaz de superar los rasgos negativos que la crisis ha dejado al descubierto.
En ese sentido nos proponemos:
Plantearnos una nueva forma de relacionarnos con los bienes económicos y la
economía desde el Evangelio y desde la enseñanza social de la Iglesia, en parti-
cular:
4
La persona es el centro y fin de toda la actividad económica. Priori-dad de la persona sobre el capi-
tal.
Todo proyecto económico debe aspirar a la igualdad de todos los hombres y mujeres.
Solidaridad real con los pobres como piedra angular. Los sistemas económicos deben buscar el sa-
tisfacer las “necesidades humanas”. Procurar que todos participen en lo económico. Facilitar la for-
mación y la información.
Los bienes creados han de llegar a todos.
a. Destino universal de los bienes. Principio prioritario en la moral económica, que implica que la
tierra con todos sus bienes han sido creados por nuestro Padre Dios para utilidad de toda la familia
humana, no para unos pocos.
b. Propiedad privada. Desde la fe cristiana la propiedad privada no es un derecho absoluto, pues
su fin es hacer posible el destino común de todos los bienes. En ese sentido, lo que no necesitas,
una vez suficientemente cubiertas tus necesidades básicas, deja de ser tuyo, si hay otros que lo
están necesitando.
10. Decidirnos a caminar hacia una conversión personal de nuestra concien-
cia, planteándonos, en serio, cuánto tengo y necesito realmente en mi vida,
y cuánto y cómo de lo que tengo y no necesito debo compartir; priorizar
la solidaridad con los pobres, poniendo nuestra economía a su servicio, por ejemplo, aportando
el 0,7% de nuestro presupuesto familiar a los países pobres; agradecer y gestionar responsable-
mente lo que hemos recibido, pues los bienes de la tierra son dones de Dios al servicio de todos.
Un ser planetario y ecológico, que ejerce su responsabilidad para con los po-
5 bres, las generaciones futuras y toda la humanidad.
En particular con los pueblos y con las clases expulsadas a la periferia del desarrollo; y hacerlo
en solidaridad con las generaciones venideras.
Participación en movimientos y plataformas de solidaridad con el Tercer
Mundo; hacer nuestra la conciencia ecológica y los esfuerzos por preservar
la creación de los efectos devastadores de este sistema productivo.
Trabajar por una sociedad democrática y participativa, en la que la polí
C tica esté al servicio del bien común, y la economía al de la satisfacción de
las necesidades básicas de toda la humanidad.
Queremos denunciar y superar una economía que, bajo el mito del máximo crecimiento, como condición
para crear empleo y salir de la crisis, no persigue el máximo beneficio de las grandes corporaciones, dando
lugar a una de las peores formas de corrupción, el secuestro de la política por la economía, del interés común
por los intereses particulares. Nos parece urgente trabajar por una reforma social ineludible, así como por
generar la mentalidad que la posibilite; esto es, iniciar un proceso de sanación de una sociedad gravemente
enferma, y que ha de venir desde la participación popular, la solidaridad, la justicia, la libertad y la verdad.?
Apoyar e impulsar, en la medida de nuestras posibilidades, una economía de
6 comunión, como señala la última encíclica Caritas in veritatis
A través de fórmulas como el trabajo cooperativo, el consumo responsable y las finanzas éticas,
realidades basadas en valores alternativos como la democracia participativa, igualdad, el apoyo
mutuo, la solidaridad, y la justicia social.
Apoyo a iniciativas sociales que buscan un modelo de sociedad más hu-
mano y solidario: banca ética, comercio justo, banco de tiempo, coopera-
tivismo, creación y/o reparto del empleo, eliminando el pluriempleo y las horas extras innecesarias
para una vida digna; voluntariado,…
Desarrollar un compromiso social y político con otros para hacer posible una
7 transformación de nuestra sociedad.
• Fortalecer los sindicatos y las organizaciones ciudadanas de defensa y
promoción de una vida digna para todos, con atención preferente a los
trabajadores/as que más sufren la precariedad y las injusticias sociales (jóvenes, inmigrantes y mujeres);
• Reforzar las redes solidarias de la sociedad e intensificarás los gestos de solidaridad con las víc-
timas de la crisis.
• Cuidar y favorecer la formación de la dimensión socio-política de la fe cristiana de las personas
cristianas comprometidas.
11. Para cultivar nuestra espiritualidad y formación cristiana:
d Hemos visto que una de las características más importantes de la crisis actual es que se trata de
una crisis espiritual (divinización del dinero). Por ello, este bloque de compromisos está orientado
a fortalecer nuestra espiritualidad; de lo que se trata es de respondernos, de forma práctica, a la si-
guiente cuestión: ¿qué significa y qué implica ser cristiano hoy y aquí?
Renovar nuestra espiritualidad cristiana mediante el cultivo, personal y comu-
nitario, de la experiencia de Dios, que tiene que manifestarse, de forma espe-
cial, en la atención a las necesidades trascendentes de ls emigrantes y de los
8
pobres en general.
Cultivo de la oración y celebración de la Eucaristía; encuentros, jorna-
das, retiros,… en los que poder contrastar nuestra vida y nuestra expe-
riencia personal de la crisis con el Evangelio.
Fomentar la lectura cristiana de la realidad, a fin de favorece un cristiano lúcido
y crítico frente a la sociedad, al colectivo político y religioso.
9
Asistir a jornadas de formación, planificarlas y organizarlas en nuestro
grupo o comunidad, participar en algún grupo o comunidad de revisión
de vida, …
Para avanzar en una renovación evangélica de la Iglesia, y de nuestros
E grupos y comunidades.
Se trata de una renovación que la capacite para anunciar el evangelio al hombre actual (con sus pro-
blemas, necesidades, sensibilidades tan marcadas por la huella de la crisis) y mediar la salvación y la
liberación de Jesucristo, en la dirección marcada por el Concilio Vaticano II al definir la Iglesia como
“signo” del Proyecto de Dios revelado y realizado en Jesús (Reino de Dios). Este Proyecto de Dios Padre,
no sólo es el centro de la vida de Jesús, sino que necesita un pueblo concreto que lo acepte, lo haga
presente en la historia y en la existencia humana y lo visibilice. Por eso, la preocupación primera de
Jesús fue convocar y congregar al pueblo de Israel. Al servicio de este proyecto de Dios está la Iglesia,
siendo signo.
Colaborar en la construcción de una Iglesia mística, pobre, samaritana y fraterna
que escucha, acoge, vive y transforma la realidad eclesial y del mundo para for-
mar la familia de los Hijos de Dios.
10
• Desarrollo de la comunión y la comunicación cristiana de bienes.
• favorecer, mediante la formación y el acompañamiento comunitario,
la participación, compromiso y presencia de los cristianos en la vida pública;
• acoger como hermanos a los más necesitados según las realidades parroquiales, en particular a
los inmigrantes y otras víctimas de la crisis;
• sensibilizar a la comunidad y a la sociedad sobre el amor que hay que tener a los más necesitados,
siendo, además vehículo de denuncia de esas necesidades más marginales;
• favorecer el encuentro y el diálogo interreligioso.
12. UN “SIGNO” PARA EXPRESAR COMUNITARIAMENTE ESOS COM
F PROMISOS
Invitar a todos los cristianos y cristianas de la diócesis, y a todas las personas
que quieran expresar su solidaridad, a entregar un donativo generoso con motivo
de la paga del mes de julio, para ayudar a los más desfavorecidos, a través de
las Delegaciones Diocesanas de Caritas o Manos Unidas, o de otras entidades
socio-caritativas.
TEXTOS PARA LA REFLEXIÓN
1. “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn. 10, 10).
“La gloria de Dios es que el hombre vida” (San Irineo)
2. “A ese que despreciamos y no podemos mirar porque su vista nos da náuseas,
es un semejante nuestro, hecho del mismo barro y los mismos materiales que
nosotros” (San Jerónimo).
“Ellos representan a la persona del Salvador, porque el Señor por su bondad les
prestó su propia persona” (San Gregorio de Nisa).
“La Iglesia descubre en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador
pobre y doliente” (Lumen Gentium, n. S).
“Todo hombre tiene derecho a la libertad de movimiento y de residencia den-
tro de la Comunidad política de la que es ciudadano; y también tiene derecho
de emigrar a otras Comunidades políticas y establecerse en ellas cuando así lo
aconsejen legítimos intereses. El hecho de pertenecer a una determinada Co-
munidad política, no impide de ninguna manera el ser miembro de la familia
humana y pertenecer en calidad de ciudadano a la Comunidad mundial” (PT
20)
3.
““La naturaleza ha producido todas las cosas en común para todos. Pues, Dios
ordenó que todo se engendrase de forma que el sustento fuese común a todos
y la tierra una especie de posesión común de todos. La naturaleza, pues, en-
gendró un derecho común a todos, el uso creó el derecho positivo” (De officiis
ministrorum, 1,28,132. PL. 16,62).
4. “"Debemos advertir que la tierra es común a todos. Por tanto, no son inocen-
tes, los que reivindican solo para ellos, lo que es un don de Dios para todos. Los
que no reparten lo que tienen, son causa de crueldad y muerte de sus próji-
mos, ya que todos los días matan a cuentos mueren de hambre, en cuanto les
niegan socorro, acumulando riquezas para sí. Cuando damos a los que lo preci-
san, les estamos devolviendo lo que les pertenece y no lo que es nuestro. Esta-
mos pagando una deuda de justicia, más que realizando una obra de
misericordia" (Papa Gregorio Magno, Regla pastoral PL.77, 87).
(La naturaleza) es un don de Dios para todos, y su uso representa para nosotros
una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la hu-
manidad. (CiV 48)
13. 5.
“Cuando la interdependencia es reconocida, su correspondiente respuesta,
como actitud moral y social, y como “virtud”, es la solidaridad. Esta no es, pues,
un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas.
Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el
bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos
verdaderamente responsables de todos. Esta determinación se funda en la
firme convicción de que lo que frena el pleno desarrollo es aquel afán de ga-
nancia y la sed de poder ... Tales “actitudes y estructuras de pecado” solamente
se vencen —con la ayuda de la gracia divina— mediante una actitud diametral-
mente opuesta: la entrega por el bien del prójimo, que está dispuesto a “per-
derse”, en sentido evangélico, por el otro en lugar de explotarlo, y a “servirlo”
en lugar de oprimirlo para el propio provecho (SRS 38)
6.
“Amar a alguien es querer su bien y trabajar eficazmente por él. Junto al bien
individual, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: el bien
común. Es el bien de ese «todos nosotros», formado por individuos, familias y
grupos intermedios que se unen en comunidad social. No es un bien que se
busca por sí mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad
social, y que sólo en ella pueden conseguir su bien realmente y de modo más
eficaz. Desear el bien común y esforzarse por él es exigencia de justicia y cari-
dad. Trabajar por el bien común es cuidar, por un lado, y utilizar, por otro, ese
conjunto de instituciones que estructuran jurídica, civil, política y culturalmente
7.
la vida social, que se configura así como pólis, como ciudad. Se ama al prójimo
tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja por un bien común que res-
ponda también a sus necesidades reales. Todo cristiano está llamado a esta ca-
ridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la pólis. (CiV 7)
8.
El mismo Señor, en efecto, invita de nuevo a todos los laicos, por medio de este
santo Concilio, a que se le unan cada día más íntimamente y a que, haciendo
propio todo lo suyo (cf. Flp 2, 5), se asocien a su misión salvadora; de nuevo los
envía a todas las ciudades y lugares adonde Él está por venir (cf. Lc 10, 1» (ChL,
2)
9.
La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubri-
miento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad siempre
mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misión (ChL 58)
10.
“De los hambrientos es el pan que tú tienes; de los desnudos, la ropa que tú al-
macenas, y es la redención y liberación de los desgraciados el dinero que tú es-
condes en la tierra”. (S. Ambrosio)
CUESTIONARIO PARA EL TRABAJO EN GRUPOS
Tras leer el material personalmente y de dialogarlo y compartirlo en tu grupo, asociación, co-
munidad, movimiento, …:
- Qué aspectos consideras importante afianzar en tú vida, cristiana. ¿Cómo crees que
puedes lograrlo? Para empezar a dar pasos: ¿qué compromiso sencillo y concreto te marcas?
- Qué aspectos deberías plantearos en vuestro grupo. Qué podéis hacer para avanzar
en esa dirección.
- Qué cuestiones consideras que deberíamos plantearnos en la Iglesia diocesana.
¿cómo? Hacer llegar vuestras respuestas a la Delegación de Apostolado Seglar.
14.
APRENDER DE LA CRISIS: URGENCIA DE UNA PERSONA Y UNA TIERRA NUEVA
Casi 3 años de crisis son tiempo suficiente para un balance de lo que está suponiendo y de cómo la
estamos afrontando en orden al “advenimiento del Reino de Dios y la salvación de toda la
humanidad” (GS, 45). En ese sentido hemos aprendido algunas cuestiones respecto a:
La comprensión de la crisis y del mundo que entra en crisis:
• No se trata sólo de una crisis financiera y económica sino, ante todo, de una crisis de sufrimiento
del ser humano, especialmente de los más pobres, fruto de decisiones y responsabilidades
humanas.
• El problema de fondo de la actual crisis es de tipo espiritual: divinización del dinero.
• Un dios‐dinero que ha creado un modelo de persona individualista y alienada que confunde el ser
con el tener, y un sistema basado en la primacía de la producción sobre la persona, del dinero
sobre el trabajo y del beneficio monetario sobre cualquier consideración, basándose para ello en la
explotación de la mayoría de la humanidad, especialmente del Tercer Mundo y de la naturaleza.
Las víctimas y sus aportaciones a la construcción de un futuro mejor:
Una crisis que provoca innumerables víctimas inocentes, que se manifiesta: en el incremento del
hambre, especialmente en los países más pobres, y que ya superan los mil millones; en el paro,
precariedad y pobreza, haciendo que en nuestro país más de 8 millones de trabajadores y
trabajadoras que alternan contratos temporales con periodos de paro; especialmente inmigrantes,
jóvenes, mujeres… también autónomos y trabajadores independientes. Constatamos, una vez más,
que los pobres aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo,
Junto a esas víctimas, buena parte de la sociedad vive la crisis como amenaza, como miedo a perder
parte de su bienestar y seguridad.
En este contexto descubrimos signos positivos de la presencia del Reino, como un incremento de la
solidaridad a través de diversas formas de compromiso y voluntariado, en las políticas de protección
social; en la mayor sensibilidad hacia los problemas del Tercer Mundo, en el compromiso solidario de
muchos jóvenes y, en el surgimiento de formas de solidaridad y autoayuda entre las propias víctimas.
Pero también antisignos, como la aparición de comportamientos insolidarios: el egoísmo grupal, la
criminalización de comportamientos y problemas sociales vinculados con la pobreza (top manta, por
ejemplo), formas de racismo etc.
Nosotros y nuestras esperanzas.
La crisis se ha convertido en ocasión para reflexionar sobre nuestro estilo de vida y nuestro
compromiso en el mundo, y para repensar el talante comunitario necesario para anunciar el Reino de
Dios hoy y aquí. En ese sentido tenemos que reconocer que: la crisis la hemos creado todos, aunque
con diferentes responsabilidades; y que la solución no va a venir sólo de la economía. Su superación va
a exigir sacrificios, y tenemos que plantearnos quién paga los costes, desde una conciencia social y
moral. Por ello, es necesaria la participación de todos, aportando lo mejor de cada uno; nosotros,
como cristianos, estamos llamados a aportar los valores del Evangelio, sintetizados en el Padrenuestro
y las Bienaventuranzas.
Para llevarlo a la práctica nos proponemos un decálogo de medidas, y un gesto concreto que
presentamos a continuación.
15. DECÁLOGO FRENTE A LA CRISIS:
La Iglesia diocesana más vinculada a la acción caritativa y social, desde nuestra fe en Dios Padre
misericordioso, y desde el Evangelio, que nos proporciona luz y perspectiva para descubrir un conjunto de
“valores‐marco”, capaces de orientar un proyecto de transformación social y de renovación espiritual en
la línea del Reino de Dios, tan necesarios en estos tiempos de crisis, nos comprometemos a vivir conforme
a esos valores, y a realizar un signo, expresión del compartir fraterno que caracteriza a la comunidad
cristiana.
Invitamos, por otra parte, a todos los cristianos y cristianas de la diócesis, así como a los ciudadanos en
general, a profundizar sobre esos valores y ese signo, y a asumirlos como alternativa esperanzada que
nos permita avanzar hacia ese otro mundo posible más humano y fraterno.
1. Defender la dignidad de la persona y de todas las personas, como valor supremo de la vida social:
sujeto y fin de todo orden económico, social, cultural y político; igualdad fundamental entre todos
los pueblos y entre todos los seres humanos; la solidaridad universal; la participación
corresponsable; etc. y todos ellos desde la perspectiva del pobre.
2. Una nueva forma de relacionarnos con los demás, especialmente con los pobres, desde su dignidad
inalienable; sin reducirlos a objeto de asistencia benéfica, etc.
3. Llevar una vida respetuosa con el medio ambiente.
4. Una nueva forma de relacionarnos con los bienes económicos, la economía y el dinero, desde la
austeridad en los gastos y el consumo, orientada a la comunión fraterna con los necesitados.
5. Un ser planetario y ecológico, que ejerce su responsabilidad para con los pobres, las generaciones
futuras y toda la humanidad.
6. Apoyar e impulsar una “economía de comunión”, basada en valores alternativos como la
democracia participativa, la igualdad, el apoyo mutuo, la solidaridad, la justicia social..., a través
de fórmulas como el trabajo cooperativo, el consumo responsable y las finanzas éticas, etc.
7. Trabajar con otros, mediante el compromiso social y político o el voluntariado, desde la gratuidad y
la solidaridad, haciendo posible la transformación de nuestra sociedad, en orden al bien común.
8. Renovar nuestra espiritualidad cristiana mediante el cultivo, personal y comunitario, de la
experiencia de Dios, que tiene que manifestarse, de forma especial, en la atención a las
necesidades trascendentes de ls emigrantes y de los pobres en general.
9. Fomentar la lectura cristiana de la realidad, favoreciendo un cristiano lúcido y crítico.
10. Colaborar en la construcción de una Iglesia mística, pobre, samaritana y fraterna que escucha,
acoge, vive y transforma la realidad eclesial y del mundo para formar la familia de los Hijos de Dios.
GESTO:
Invitar a todos los cristianos y cristianas de la diócesis, y a todas las personas que quieran
expresar su solidaridad, a entregar un donativo generoso con motivo de la paga del mes de
julio, para ayudar a los más desfavorecidos, a través de las Delegaciones Diocesanas de
Caritas o Manos Unidas, o de otras entidades socio‐caritativas
Delegaciones y organismos diocesanos que convocan el acto y suscriben el decálogo:
Apostolado Seglar, Cáritas, Consejo Diocesano de Acción Católica, Manos Unidas, Migraciones, Misiones, Pastoral
Juvenil, Pastoral Obrera, Pastoral Penitenciaria y Pastoral Universitaria,